Las causas
del hambre son ya bien conocidas no es una simple cuestión técnica de
explosiones demográficas o de leyes naturales. Esta inscrita en ADN – las
relaciones sociales de un sistema que el reparto de la riqueza queda en poder
de unos cuantos. De las naciones mas ricas del planeta se desechan cientos de
millones de alimentos que podrán alimentar a gran parte de la humanidad.
Todo esto
es inaudito pero cierto que cada vez más ingentes multitudes con los estómagos
en paro forzoso, nos reafirma en la idea de que la causa de las desigualdades
constadas por doquier y que radica en maximización de las ganancias.
Regularidad de una formación económica que “egoístamente, evade el más exactos
de los nombres del capitalismo”, para denominarse a si misma “sociedad de
mercado” o consumo. Cuando un niño muere de hambre en el mundo, él o ella han
sido asesinados por esta sociedad, por el sistema injusto que tenemos.
Somos los niños de en medio
de la historia. Sin propósito, ni lugar. No tenemos una Gran Guerra ni una Gran
Depresión. Nuestra gran guerra es una guerra espiritual… Nuestra gran depresión
es nuestra vida.
El
desequilibrio entre ricos y pobres es la más antigua y fatal de todas las
enfermedades de este mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario