POBREZA Y
DESIGUALDAD.-
Apelando a la Dignidad-Humana
y a la Justicia Universal.- Aprovecho
estos momentos de angustia y austeridad que vive el mundo para tratar la desigualdad social-económica abordaré
en este escrito un simple análisis que nos sirva de referencia ante un caso de
suma importancia que nos afecta a todos y todas.
A pesar del desarrollo y los avances científicos tecnológicos
y económicos desde la existencia de la humanidad, las desigualdades se han ido produciendo a través del tiempo y siguen
existiendo. Por tanto el progreso economico ¿ha beneficiado a la mayoría social
de la humanidad? y ¿que relaciones de poder ha ocupado la humanidad durante los
diferentes sistemas o procesos? Si seguimos el hilo conductor de la historia
comprobaremos que nunca excepto en el sistema comunitario o comunismo-primitivo los demás sistemas
o procesos como: el esclavista, feuda-listas y capitalistas se han basado en la
acumulación de riquezas de una minoría a costa de la mayoría de la humanidad y
todos ellos en la explotación del trabajo-humano.
NACIONES-UNIDAS a
través de la UNTACD desde el año
1963-1964 si mal no recuerdo decidieron crear este Organismo para luchar contra
la desigualdad y la pobreza que supone esta las ¾ partes de la población
mundial, de nada a servido su creación, es más la pobreza y la desigualdad han
aumentado considerablemente, este departamento-orgánico de N.U. es parasitario, burocrático y clasista, financiado por casi
todos los países y dependiendo del Banco-Mundial (BM), Fondo Monetario-Internacional (FMI) y la Organización-Mundial del Comercio (OMC), sus políticas liberales no han conseguido poner freno a esta
desigualdad manifiesta que sigue soportando los horrores de la miseria y el
hambre, mientras el 1% posee el producto interior bruto de varios países, las
rentas del trabajo supone menos del 20% de media, con ese reparto o esa
redistribución de la riqueza es imposible luchar contra las desigualdades.
La pobreza es una situación o forma de vida que surge como
producto de imposibilidad de acceso o carencia de recursos para satisfacer la
necesidades físicas-psiquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del
nivel y calidad de vida de las personas, tales como: alimentación, vivienda,
educación, asistencia-sanitaria o al
agua potable. También se suelen considerar la falta de medios para acceder a
tales recursos como: el desempleo, falta de ingresos, exclusión social,
segregación social o marginación. La aplicación del concepto de pobreza a unos
países frente a otros se denomina subdesarrollados o (países-pobres).
El concepto de pobreza es fundamentalmente economico, aunque
también tiene impactos políticos-sociológicos y es el resultado de un modelo
economico aplicado en la mayoría de los países y cuyo modelo es determinado por
agentes económicos-políticos, que producen sectores excluidos de los beneficios
totales o parciales del modelo de ejecución determinado capitalista.
El sistema capitalista es un orden o sistema social y
economico que deriva del usufructo de la privada sobre el capital como herramienta
de producción que se encuentra mayormente constituido por relaciones
empresariales vinculadas a las actividades de inversión y obtención de
beneficios, así como asalariales subordinadas a fines mercantiles y por tanto
la división del trabajo se desarrolla en la búsqueda de beneficios. La
distribución se organiza y las unidades de producción se fusionan o separan de
acuerdo a una evaluación constante de la eficiencia mediante el sistema de
precios para los bienes y servicios, a su vez se forma en un mercado libre que
dependen de la oferta y demanda dadas por las elecciones de productores y
consumidores. El origen etimológico proviene de la idea de capitalismo y su uso
privado de los medios de producción.
Observación “El capitalismo financiero se caracteriza por ofrecer cada vez
menos empleo, al menos, para la mano de obra no cualificada. Supone un descenso
fulminante del nivel de vida, que incluso coloca a muchos al límite de la
sobrevivencia. Que los más pobres lo pasen mal no es noticia que sorprenda, ha
ocurrido siempre; lo verdaderamente relevante es que ahora la crisis afecta a
las clases medias en una medida muy superior a como lo hiciera en crisis
anteriores. La cuestión crucial es saber cómo va a reaccionar la ciudadanía
ante un desempleo masivo de larga duración. Como tampoco cabe abandonar a su
suerte a la población creciente sin empleo por la desestabilización social que
provocaría, además de que se necesitan como consumidores para que el sistema
funcione, el tema central de esta nueva etapa del capitalismo será cómo
mantener una población no emplearlos, que ya no se necesita ni siquiera como
“ejército de reserva”, cuyo destino constituye sin duda el problema clave de
los próximos decenios. Dos cuestiones exigen una respuesta: ¿cómo sobrevivirá la
población que no pueda integrarse en el capitalismo financiero? Es decir, qué
formas de sobrevivencia quedan fuera del sistema, tema que nos ha de obligar a
describir algunos rasgos del nuevo tipo de sociedad que está surgiendo. Y una
política: ¿cómo esta nueva estructuración social va influir en la
institucionalización del poder y en las formas de su ejercicio? O sea, ¿qué
posibilidades le quedan a la democracia para sobrevivir en el nuevo contexto
del capitalismo financiero?
A finales del siglo II de esta era, el 1,5% de los
romanos acaparaba el 20% de la renta del Imperio. Hoy, en Estados Unidos,
el 1% de la población dispone del 20% de la renta nacional. Casi 2.000 años de
progreso y la desigualdad entre ricos y pobres, en vez de acortarse, ha
aumentado. Con ingentes cantidades de datos,
registros de impuestos que se remontan al siglo XVIII o los últimos hallazgos
arqueológicos, decenas de economistas, historiadores y hasta físicos
han puesto el ojo científico sobre el fenómeno de la desigualdad. El resultado
es una decena de estudios publicados y poco dada a dejar hueco a la política o
la economía en sus páginas. Sus conclusiones desmontan unos cuantos mitos sobre
el supuesto progreso de la civilización humana.
En cuanto a la riqueza, entendida como capital
acumulado, la desigualdad es aún más marcada. En Estados Unidos, el 10% de la
población posee el 70% de la riqueza, el mismo porcentaje que hace 100 años. En
Europa las cosas han mejorado. Del 90% poseído por el 10% más rico se ha pasado
al 65%. La diferencia se debería a la emergencia de una clase media adinerada.
Lo que no cambia es que más de la mitad de los ciudadanos de ambas orillas del
Atlántico se tienen que conformar con el 5% de la riqueza.
Desde el marco teórico del marxismo, el
materialismo histórico es un modo de producción deriva de la síntesis y critica
de tres elementos: Adam Smith, David Ricardo y Thomas Malthus representado por
los autores que se calificaban de socialista utópicos.
Esta tercera fase del capitalismo, llamado
imperialismo acrecentará las desigualdades-sociales y pobreza, el modelo
elegido siembra muchas contradicciones difícil de superar y pone en duda su
supervivencia, un modelo económico basado en una minoría, un modelo donde su
estancamiento está presente en nuestros días, deliberadamente in-humano y
difícil de seguir su reproducción por anomalías internas inherentes al
desarrollo capitalista.
También dependerá de la capacidad humana
para seguir soportando este suicidio colectivo a lo que nos enfrentamos o
superaremos esta barrera con nuevas formas de luchas-obreras que haga posible
una revolución-mundial.
POR LA
IGUALDAD-SOCIAL
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