domingo, 1 de junio de 2014

SOMOS MAYORÍA.-


SOMOS MAYORÍA.-

Analizando el resultado de las elecciones europeas y cuando todavía no han tomado el poder político los nuevos diputados-elegidos al Parlamento Europeo: podemos concretar que todo forma parte de una  lucha de poderes políticos para relevar a los que participaron durante la transición española y construción-europea (quemados), viviendo de la política sin cuestionar el sistema-capitalista, donde el proteccionismo de los Estados-Nación ocupará el papel central más importante de la realpolitic.

Teniendo en cuenta el reparto de fuerzas de derechas que ocuparan los escaños y las fuerzas llamadas de izquierda descafeinada como son: PSOE, IU, ERC,  PODEMOS, etc. lo meto a todos en el mismo saco porque representa lo mismo el apoyo dado por los ciudadanos es minoritario.

Hay que tener también en cuenta que en la vieja y caduca Europa, el neo-liberalismo cuenta con mayoría absoluta ya que lo partidos socialistas abandonaron hace tiempo su identidad-ideológica y coquetearon con el  liberalismo sin el mayor escrúpulo.

Todo planteamiento por las fuerzas de izquierda de abandonar el capitalismo como sistema es pura utopía, lo único que se plasma es un intento de corregir cierto aspectos negativos que se está desarrollando desde la crisis del 2007, aun a sabiendas que la estructura del poder capitalista está podrida desde 1970, cuando el neo-liberalismo entró por la puesta grande de los Estados e impregnó a todas las elites-políticas de corrupción y colaboracionismo. Ha bastado que cayera la Europa del Este y su imaginario-socialista en 1990 para que el poder capitalista-mundial se libere de todo compromiso de regulación y cierto equilibrio entre las fuerzas del capital y el trabajo.
Sistémicas*
Con esta desregulación empezó una series de crisis cíclicas hasta llegar a la peor de todas la presente  con la quiebra de Leman Brothers en EEUU en el 2007 y el tsunami provocado en todas las economías mundiales dependientes del poder imperial de Washington como una crisis-sistémica donde los países de la periferia europea y otros presentan un empobrecimiento de la capas-populares, fiel reflejo de la austeridad impuesto por una troica-europea donde el rescate por parte de los Estados-Nación a la banca y a las instituciones europeas se hizo a costa de la reducción de los salarios y la privatización de los servicios públicos-comunes así como el aumento de paro, la merma los derechos de los trabajador@s que se conquistaron por medio de luchas.

Los Estados/Nación asumirán gobiernos de concentración el protocolo que rige es que cualquier coalición entre la derecha y la izquierda es asumible sobre todo para el poder capitalista-financiero para seguir reproduciéndose.

Los movimientos 15-M, 25-S y otros alternativos que fueron un éxito  en el 2011 con una gran participación y protestas masivas derivaron en otras agrupaciones como: Plataforma de Afectados por la Hipoteca que hicieron un buen trabajo de solidaridad-responsabilidad y lo siguen haciendo por gente desahuciadas y desprotegidas pero algunos de sus miembros oportunistas aprovecharon estos movimientos para formar un grupo político, vacío de proyecto político alguno y presentarse a las elecciones Europeas sacando una apreciable representación. Llenos euforia y sobre alimentado de optimismo se creen protagonistas del futuro y populistas, pero la cruda realidad es que están desconectados de la gente como los demás grupos políticos que solo ven la política una forma de dominio y autonomía económica.
Este nuevo grupo político se supone liderar una nueva transición y con ello traicionar a la clase trabajadora de un posible levantamiento-popular y a la misma revolución.


La alta abstención con el voto en blanco supone más del 60% en Europa, el rechazo a una Europa de los banqueros, manifestado en las urnas tiene muchas variantes. Confundirlas todas puede ser tentador, y sobre todo dar grandes titulares. Para los enemigos del actual sistema europeo, tanto como para sus defensores, asociar grupos muy distintos puede ser muy útil. En el caso de los partidarios de la abstención permite a estos presentarse como portavoces de una nueva oleada popular de protesta; permite también a los miembros de pequeños partidos radicales aumentar su importancia al asociarse a partidos más grandes que, en otras partes, han tenido éxitos electorales; o, finalmente, en el caso de los partidarios del sistema, permite presentar los resultados combinados de todas las fuerzas antisistema de tal forma que pueden alarmar tanto al electorado centrista-conformista, que va desde la socialdemocracia y  a los liberal-conservadores, como a los grupos de interés que desean defender el status quo actual.
En aras de la verdad debemos separar unos resultados de otros para ser realistas. No todo el voto de protesta entra dentro de una sola categoría.
Abstención: La mitad de los europeos no se ha molestado en ir a votar en unas elecciones que les resultan lejanas. Que nadie intente apoderarse y decir que es dueño de esos votos: no son de nadie. Es por lo demás preocupante que alguien pretenda apoderarse de la abstención, que es el voto de la desidia, el desinterés y el conmigo no va. Ese desinterés y esa desidia igualan al que no tiene ganas de votar, al que no sabe qué votar y al que no comprende por qué votar con el que, simplemente, tiene cosas mejores que hacer el día de las elecciones, desde ir a la playa a ir al cine. Pero por otra parte sería injusto no señalar que la abstención no deja de ser una muestra más de como el sistema ha fracasado a la hora de ilusionar a los pueblos de Europa.
El voto en contra de la Comunidad Europea: La mitad de los europeos no se sienten interesados por las elecciones europeas. Pero además, un amplio porcentaje de los que sí se interesan por ellas han decidido votar no necesariamente en contra de Europa pero sí, al menos en contra de la Comunidad Europea. Populistas y euroescépticos: Los resultados de los euroescépticos en Dinamarca, Holanda, Austria, Inglaterra y Francia bastan para hacer menos gobernable a Europa. El Front National ha hecho campaña diciendo que los franceses deben ser gobernados desde París, no desde Bruselas y sobrepasado el 25%. El UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido) ha pasado de 11 a 24 diputados en el Parlamento Europeo, rompiendo el tradicional bipartidismo inglés. El Partido del Pueblo Danés ha llegado al 27% del voto y duplicado el número de sus diputados. El Partido de los Finlandeses, contrario a la inmigración extra europea, ha llegado al 13% del voto. El Partido de la Libertad holandés, contrario a la Comunidad Europea, ha bajado su porcentaje de votos respecto a elecciones anteriores pero sigue superando el 12% de los votos. El Partido de la Libertad de Austria pasa del 20% de los votos. Los euroescépticos de Alternativa para Alemania, partido que surgió del rechazo a los programas de ayuda europeos, se hicieron con el 7,1 % de los sufragios y siete escaños en Estrasburgo.
No estamos frente a partidos que puedan considerarse similares entre sí. Gran parte de ellos han crecido como populistas conservadores contrarios a Bruselas y a las políticas de Ángela Merkel… Estamos en casi todos estos casos frente a un voto poco ideológico con el que los votantes reaccionan frente a unas realidades cada vez más evidentes: la Comunidad Europea es hoy una oligarquía completamente cortada de los pueblos europeos; está dirigida por una burocracia irresponsable; tiene un presidente desconocido la inmensa mayoría de los europeos no saben siquiera su nombre y no electo; e impone unas leyes que interfieren las libertades personales de los pueblos europeos, contradicen sus intereses nacionales y llegan impuestas a unos ciudadanos que cada vez más se sienten no ciudadanos partícipes de su elaboración sino como súbditos.
Por tanto somos mayoría los abstencionistas y botos blancos.

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