lunes, 31 de enero de 2011

Como puede permitir la Junta de Andalucía los desmanes de un párroco de Gibraleón que cuyo nombre no quiero acordarme, se ha hecho millonario a base de explotar a trabajadores/as con sus casa de acogidas a hijos de Padres con problemas incluso ancianos que donan a la fuerza parte de su patrimonio económico para estar cuidado en unas de sus casas-residencias esta forma de actuar no es muy ético para una persona discípulo de un dios que predica otra cosa, aunque particularmente yo sea ateo, por considerar a ese dios no humano e inmaterial “no se ve” “no se oye”.

El personal que distribuye los turnos son personas tituladas pero apadrinadas por “ese párroco” que para empezar no tienen la menor idea pues algunos tienen el turno de noche permanente que supone trabajar más de cincuenta horas semanales no respetando la jornada legal a otros le corresponde menos horas con el mismo salario, que tampoco se acoge a lo establecido en el Convenio Estatal. La falta de una inspección de trabajo es la contradicción más importante de cómo actúa esta asociación fuera de la ley.

En cuanto al trato de los hijos de Padres drogadictos y con problemas en el entorno familiar no se les trata con el debido respeto, pues hay niños que han recibido castigos fuera de lo corriente. El niño que se desarrolle en un ambiente así, en un entorno como ese, no creo que en el futuro se adapte a la sociedad, el cuidado de los niños es una labor de paciencia, inteligencia y cariño, todo eso carece en estas casas-hogar y lo que no tiene perdón es concederle a ese párroco una medalla por sus méritos y además recibir una subvención de la Junta de Andalucía. Ahora que empieza un periodo electoral que nos explique la Junta de Andalucía como puede consentir esa forma de explotación al ser humano y esos maltratos infligido a los niños con total impunidad.

No hay comentarios: