EL SER SOCIAL Y SU ENTORNO.-
Ahora que se plantea un nuevo paradigma por parte de los poderes
financieros y de un gobierno herederos de un franquismo-rancio que sirve de
monigotes de estos poderes que está recortando medidas sociales-económicos,
empobreciendo de manera radical a los ciudadanos con el fin de recapitalizar la
banca, la reducción del presupuesto en educación, un país que no invierte en
educación, elimina su desarrollo, pero bueno ¿qué le importa a este gobierno
déspota?
Las formaciones ideológicas
no dependen de factores genéticos pero si del entorno social donde se
desarrolla, esto es un simple extracto de lo que denominamos conciencia,
siempre el factor científico conservador ha puesto en duda esta referencia,
algunos genetistas en el siglo XX, desarrollaron un verdadero estudio empírico sobre
esta cuestión y demostraron científicamente, que el supuesto valor genético no
es la principal causa que determina el ser y su conciencia. En este escrito
busca exponer relaciones sociales e históricas que existen entre la conciencia
la ideología con el fin de demostrar la importancia de una concepción
dialéctica de ambas teorías, así como los desarrollos mas importantes de la
teoría actual. Las palabra claves son: Conciencia, Ideología, Dialéctica, Psicología
y filosofía actual.
La realidad pone de manifiesto: El “ser social” no
determina la conciencia, rechazando que las formas
políticas o jurídicas pudieran haber surgido de una evolución del
"espíritu humano” una determinada sociología determinista. La conciencia
en la que desarrolla un entorno hostil o natural en la que los seres humanos se
desarrollan y viven sus experiencias que aparecían identificados con la
historia de sus "relaciones sociales". La conciencia individual se
encuentra subordinada a una determinada ideología. Del mismo modo que el lienzo
en blanco no determina el contenido de la pintura final, el punto de vista se
presupone que la organización evolutiva de la mente humana tampoco tiene una
participación decisiva en la elaboración de la vida social y mental. Así,
"los fenómenos
estudiados por las ciencias sociales son autónomos y se encuentran
desconectados de cualquier modelo causal no trivial, originado en nuestros
mecanismos psicológicos evolutivos". “Conciencia” entendida como una propiedad de estados mentales. En esto se
deben diferenciar entre dos significados, en los cuales “consiente” se aplica
como un argumento de una sola parte a los estados mentales. Por una parte se
caracterizan los estados mentales como “conscientes” cuando sus contenidos
están disponibles para la reflexión y el control de la conducta. De acuerdo con esta visión histórica, el ser humano en soledad es un
perpetuo "recién nacido".
Cada generación en cada
sociedad política está obligada a re-humanizar (educar y socializar...) al
neonato, cuya maleabilidad natural permitirá últimamente a los políticos y
educadores alumbrar un "Nuevo Hombre". En los términos de Bujarin,
apoyados por Lenin, se trataba incluso de "la fabricación del hombre
diferente a partir del material humano de la era capitalista, dotado de una
nueva conciencia social nueva.
La misma sociología
dominante de la conciencia que consagra el dogma de la visión histórica
prohibía el descubrimiento de hechos científicos nuevos pero perturbadores para
el historicismo, desterrando en particular las hipótesis naturalistas al exilio
del "subjetivismo" y del "conocimiento" individualista. Pero ¿y si la ideología de los particulares no
estuviera, al fin y al cabo, determinada
por su ubicación dentro de una "clase" social? la ciencia
marxista venía a determinar que la ideología de los particulares dependería en cualquier caso de su posición
social y su entorno. Se trataba, además, de una "predicción" auto-cumplida,
sin ninguna instancia empírica capaz de falsarla.
Cuando buena parte del "proletariado" se
identificaba, no con los partidos socialistas o de izquierda como cabía de
esperar, si no con los conservadores no era el abandono de esta teoría por otra
más realista, si no la puesta en juego del eje central de las condiciones donde
el sujeto está acondicionado históricamente bajo un régimen político
determinado y una educación, en el sistema educativo que atrofia el pensamiento
crítico de los estudiantes solo enseña a memorizar datos para volver a
repetirlos, pero no crea una conciencia crítica y a ser responsables de si
mismo, a realizar una autocrítica, este núcleo duro doctrinal, todo esto se
manifiesta como un lamentable caída o alineación.
Todo esto se sintetizaba como consecuencias políticas de
esta teoría de la conciencia y de su verdadero desarrollo. Pero seguramente, y
esta es la cuestión, tampoco cabe construir hoy una filosofía política de
espaldas a la neurociencia, la etología o la psicología evolutiva, prohibiendo
de antemano líneas de investigación que son de hecho muy interesantes para
conocer la naturaleza darwiniana
de la política humana.
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