LA PERDIDA DE LA IDENTIDAD

El desmantelamiento de la Unión Soviética y sus países satélites del Este y sus contradicciones internas conforman la lucha de contrarios en la 2ª ley de la dialéctica y el agotamiento basado en la acumulación de poder en la casta burocrática que produce un salto cualitativo a la propiedad privada, el destrozo de la colectivización, y la calidad de vida de las masas trabajadoras ven un futuro incierto e irreversible.

La revolución proletaria de octubre fue el comienzo de la emancipación de las clases trabajadora como protagonista de su futuro, la eliminación de la propiedad privada en manos de una burguesía-reaccionaria para ponerla al servicio de la sociedad, mediante la gestión del Estado con sus criticas y aciertos, ahora nos encontramos con los escombros de esta construcción.

La desaparición del llamado estado de bienestar y su sustitución por capitalismo desregulado fue unas de las consecuencias de la desaparición del Estado soviético. No habiendo ya una nueva alternativa ni concesiones. El capitalismo entra con la máximo furor destrozándolo todo, mayor explotación de las clases trabajadoras, privatizándolo todo, destrozando países enteros sumiendo a la sociedad a la más absoluta pobreza, todo se pone al servicio del capital, la especulación y los beneficios, las vidas humanas no tienen valor alguno son simples mercancías renovables.

En la España nuestra, si la de los ciudadanos y ciudadanas, si la de las clases trabajadoras que vemos empeorar la situación, un empobrecimiento masivo, una involución en toda regla, no es una ficción que nos quieran imponer desde las élites políticas financieras y medios de comunicación, es la misma realidad, el poder de acumulación capitalista en España ha sido enorme en décadas, el robo a gran escala donde parte de ese flujo de dinero ha ido a parar a paraísos fiscales, otros flujos se han dedicado a especular, que coño prima de riesgo y crisis económica, que carajo con el pacto de estabilidad, que nos imponen desde una troika mafiosa, tantas mentiras derramadas que no cuelan ya.

No podemos ni debemos caer en tecnicismo para expresarnos con claridad, el conjunto del todo que formaba parte de nuestra vidas ha sido robado con tal descaro, que lo propio sería una reacción en cadena para recuperar lo arrebatado por nuestro presente indignado y por un futuro digno y para eso hace falta nuevas ideas de renovación a través de nuevas formas de luchas revolucionarias. Este robo perpetrado no es a unos cuantos miles de personas es al 99% por poner una cifra símbolo.