Los movimientos
activos como 15-M, indignados, democracia ya, etc. han fracasados
estrepitosamente porque su base no era sólida, ni ha supuesto un despertar de
conciencias enajenadas, más bien cabreadas, con una juventud que rozaba el 60%
de paro, el detonante ha sido la austeridad y una economía sumergida, el no
poder mantener el nivel de consumo exacerbado que se venían desarrollando según
marca las pautas del sistema capitalista, las pretensiones nunca ha sido de
cambiar un nuevo sistema político, si no remendar el mismo que teníamos en
décadas de los 80, resulta paradójico pues la época dorada del capitalismo, no
volverá jamás.
Cuando en el año 2011
surgió los movimientos 15M y demás, hice el siguiente comentario: Quizás sea pronto para hacer una valoración del
movimiento M-15 (democracia ya),
pero si analizar algunas preguntas planteadas por esta rebelión, precisamente
en un momento de la historia donde se da el caso en que estamos en una época
pre-revolucionaria, donde parece que todo es posible, se puede pensar incluso
que esta movida fuera contra-revolucionaria, la historia esta llena de
revolución y reacción (contra-revolución). Valorarla en estos momentos sería
precipitarse al vacío, hay que apuntar muy fino y coger el microscopio
sociológico para valorar este movimiento ¿hasta donde es capaz de llegar? O
desaparecer en la nebulosa del tiempo. De momento ha conseguido movilizar mucha
gente de ideologías progresistas, casi todos los días me concentro con ellos
hoy por ejemplo he preguntado a unos de los presentes que ideologías políticas
representan y la contestación ha sido: somos apolíticos, no pertenecemos
ideológicamente ni políticamente a ningún grupo político del arco
parlamentario, eso de momento me tranquilizó, pero lo de apolítico se me
atragantó, le respondí que cualquier acto de protesta se puede considerar
sociológicamente político, pero en fin son personas jóvenes que se identifica
con la políticas antisociales del gobierno. Casi 90% de la
población española se identifica con esta clase de reivindicaciones, pero para
llevar a cabo todo esto hay por fuerza que luchar dialécticamente contra el
sistema capitalista que es el responsable de esta situación creada con sus
crisis cíclicas que la identifica, como un sistema muy enfermo, sin posible
recuperación, tratando de contagiar a la mayoría de la población global. Por
eso se hace imprescindible que estos movimientos unifiquen su lucha, desde la
raíz de los problemas, ya no es posible recuperar el sistema debemos destruirlo
por un alternativa capaz de hacer un mundo sin clases, donde las riquezas de
este mundo sea distribuido de forma equitativa,(a cada cual según sus
necesidades).
Se hace imposible seguir viviendo de esta forma a base de
la explotación del ser humano como forma de vida permanente es una verdadera
condena de por vida creando una inseguridad social en los mismos puestos de
trabajo, que altera el sistema nervioso a cualquier persona. De todas formas
hay que apoyar a la rebelión M-15 con todas nuestras fuerzas para que se
mantenga vivo y combativo, creando las condiciones perfectas para un futuro
revolucionario.
Hecho el análisis este, seguí
con el movimiento un largo periodo, hasta que decidí no continuar con ellos,
pues se volvió amorfo y ambiguo en sus largas deliberaciones, no construyendo
una iniciativa común-revolucionaria, capaz de hacerle frente a un
capitalismo-agonizante, donde lleva la
semilla de la destrucción.
De todas formas sigo apoyando
sus protestas, quizás el tiempo lo haga madurar y abrir las conciencias
divididas en un común denominador que haga posible una radical transformación
en sus movimientos de protestas, es lo que hay, por tanto recordando a Marx, de
la cantidad sale la cualidad o la calidad.
Esperemos no sea tarde y
vayamos construyendo una iniciativa común a pesar de las contradicciones que se
dan este momento histórico.
Por la lucha obrera y su
unificación.
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