Se hace insoportable la demagogia del líder del PP. Mariano Rajoy pero no es menos demagogo el Ministro de fomento, Sr. Blanco, tanto uno como otro son lo mismo que no nos engañen, no representan a la clase trabajadora, cuando vayan a votar pensadlo ningún partido del arco parlamentario español representa a los intereses de los trabajador@s.
Mariano Rajoy dice siempre lo mismo que esta crisis la introducido el gobierno de PSOE. Que con ellos no hubiera ocurrido esto, como si él tuviera una varita mágica y pudiera crear empleo, Blanco contesta que el representa a los trabajador@s y que no se olvida de las prestaciones que cobran los parados y pregunto ¿qué clase de prestaciones son esas?
Para empezar diré que el endeudamiento que tiene el estado, su causa principal es haber empleado el dinero de todos los españoles en tapar agujeros de los poderosos de este país, sin tener en cuenta la deuda contraída y el supuesto sacrificio de contrapartida que tenía que llevar con políticas austeras, que como siempre paga la clase trabajadora. La banca, los empresarios y los grandes monopolios, no pagan nada ni crean empleo, solo viven de nuestras miserias y de nuestra explotación. Pero para comprender este estúpido mundo, habrá que dar una explicación de todo este desarrollo: Este sistema si, el que representa todos los partidos del arco parlamentario es el puro Capitalismo, en su fase superior, el Imperialismo. Tanto uno como otro es el régimen más autodestructivo y más inhumano y no representa la verdadera democracia, si esa que dice…poder para el pueblo…¿dónde esta ese poder?
La democracia que representa a casi todos los países del mundo es papel mojado que entregamos los ciudadanos un cheque en blanco pues una vez que votas, el partido vencedor se alinea con la clase poderosa y en vez de administrar los recursos en bien de la ciudadanía los administra para enriquecerse ellos mismos y reprime con dureza a los que no están de acuerdo con este viejo sistema que lo controla todo, incluso moribundo en el estado en que se encuentra.
Apuesto por el voto nulo para las próximas elecciones o no molestarse en votar.